Tras quemar poemarios y poemarios y guardar muchos otros en el cajón de las cosas olvidadas, Rubén García Bastida, que ayer estuvo recitando en el Zalacaín, tuvo que volver sobre sus pasos para salvar del destierro algunos versos.
Ajuzgar por el resultado del experimento poético, unir los versos elegidos con algunos desahuciados, creo que ese ejercicio crítico le sirvió para no ser tan duro con sus poemas y a nosotros para poder hacernos una idea de lo prólijo que ha sido durante todo este tiempo.
Poemas urbanos y modernos pasados por el filtro de lo clásico, de lecturas fundamentales que asoman en algunos de sus versos, todo ello con un ritmo muy bien conseguido y una manera de recitar que acentuaba una voz poético propia ya asentada.
De la treintena de poemas que Rubén recito me voy a quedar con algunos, no porque sean a mi juicio los mejores, sino porque son los que más me llegaron. New Port, Recuerdo Nº1, Cuchara, Vivir, La llegada del invierno, No soy de aquí, Amanecer o Reflejo de Escapate, son una buena muestra de su variada temática y forma, y también del modo en el que se desnuda según sea el recuerdo.
El poeta estuvo muy bien acompañado por su familia y amigos y también por la gente que desde el principio ha estado apoyando este ciclo con su presencia, lo que ha provocado que llevemos dos temporadas llenando de cuentos, versos y homenajes cada uno de los lunes.
Le deseo toda la suerte a Rubén, estoy seguro de que ese segundo poemario verá la luz muy pronto. Finalmente, recordaros que la próxima semana los 'Lunes Literarios' acogerá una nueva edición de 'Al poeta le duele el hombre', organizada por el Aula de Poesía de la Universidad de Murcia, con Isabelle a la cabeza.
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