Para clausurar la segunda temporada de los 'Lunes Literarios' se llevó a caboun nuevo concurso de escritura rápida, en el que resultó ganador Basilio Pujante, con el relato titulado 'El uno para el otro':
La enorme barriga de Eusebio era un iceberg peludo que se alejaba de la playa de Coruña. Quemado por el sol buceó y, en ese momento, Willy, una orca de cuatro toneladas, lo vio y, enamorada de su alma gemela, lo arrastró con ella al fondo de su corazón.
El segundo premio lo recibió Maria José Villarroya, con el texto 'Aquí estoy otra vez en la pista de coches de choque':
Aquí estoy otra vez en la pista de coches de choque con mi moneda apretada en la mano sudorosa. En cuanto suene la sirena, saldré corriendo a pillar un coche para invitarte, aunque no suene Miguel Bosé, que sé que te gusta. No puedo dejar pasar esta oportunidad: son ya 30 años esperando que aparecieras finalmente sin tu madre para hacerlo.
El tercer premio se lo llevó Natxo Vidal (el auténtico), con un relato titulado 'Amore Perros':
Iré directamente al grano: mi perra ha sido siempre la única que ha vuelto de la playa, verano tras verano, con el morro comido a lametones, el lomo lleno de arañazos y la trasera desgastada. Amore de verano, dices. En mi casa, los amore de verano siempre fueron amore perros.
El tercer premio se lo llevó Natxo Vidal (el auténtico), con un relato titulado 'Amore Perros':
Iré directamente al grano: mi perra ha sido siempre la única que ha vuelto de la playa, verano tras verano, con el morro comido a lametones, el lomo lleno de arañazos y la trasera desgastada. Amore de verano, dices. En mi casa, los amore de verano siempre fueron amore perros.
Manolo atinando con las palabras.
Basilio en busca de la inspiración.
Cualquier rincon es bueno.
Las chicas BIS (ellas no vienen a concursar, vienen por la cerveza).
Natxo Vidal, pensando.
Este lunes se acabó la segunda temporada de los ‘Lunes Literarios’, y aunque no hemos conseguido acabar con la crisis, sí hemos logrado que los lunes no sean el día más gris del calendario, al menos para mí.
Se cierra una temporada
maravillosa en donde el mayor peso de la poesía se ha ido equilibrando en favor
de otros géneros literarios. Han pasado actores, músicos, narradores, poetas y
cuentistas, pero sobre todo mucha gente como vosotros que, desde esas sillas,
han hecho que el ciclo siga creciendo.
Me gustaría nombrar a todos
los que se han se han subido al patíbulo y nos han deleitado con sus
creaciones:
David
López Sandoval, Eric Luna, Carlos Gargallo, Andrés García Cerdán, Vicente
Velasco, Pedro Antonio Martínez Robles, Maricel Mayor, Idoia Arbillada, Sebastián
Mondéjar, Antonio Aguilar, Una noche con Miguel Espinosa (Alfaqueque), Verónica
García, Jesús Montoya, Alma Pages, María José Villarroya, Homenaje a Julián
Andúgar, Recital Colectivo de Poesía en Sidecar, Juanma Sánchez, Rafael Soler,
Juanjo Cerezo, Emilia González, Diego Sánchez Aguilar, Natxo Vidal, José María Ramón, Javier Illán, Antonio
Praena, Elvira Daudet, Paco Caro, Mariano Sanz, Rubén García Pardo, Pepe
Ramos,Enrique Gracia Trinidad, Ana Martín Puigpelat, Manuel Moyano, Ginés
Piñero, Vega Cerezo, los cuentistas Antonio Fernández, Basilio Pujante, Pascual
Pérez, Jesus Montoya y Rubén García Bastida.
Junto a ellos tengo que dar
las gracias a otras personas como Isabelle,
que además de demostrar en uno de los concursos de escritura rápida que es una
consagrada narradora, ha vuelto a coordinar con éxito varios recitales
colectivos y algún que otro homenaje.
Gracias también a Manolo y a Poesía en Sidecar, por ese rico intercambio de voces literarias entre la capital del reino y la del sureste. A Plácido Vera, por su apoyo desinteresado en todos los concursos que hemos realizado. A Vega Cerezo, por su aliento y por los libros que muchos de vosotros habéis ganado en alguno de los concursos.
Gracias también a Manolo y a Poesía en Sidecar, por ese rico intercambio de voces literarias entre la capital del reino y la del sureste. A Plácido Vera, por su apoyo desinteresado en todos los concursos que hemos realizado. A Vega Cerezo, por su aliento y por los libros que muchos de vosotros habéis ganado en alguno de los concursos.
De manera muy
especial, quiero agradecer al mecenas, don Diego
Arques, la posibilidad que me ha y nos ha brindado, abriendo de par en par
las puertas del Zalaca, para que la literatura vuelva a los bares, de donde
nunca tuvo que haber salido. Muchas gracias por vuestra comprensión y apoyo. Hasta septiembre.
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