La poeta cubana Maricel Mayor, que ayer regresó al Café Zalacaín en donde antaño se celebraba 'Ardentissima', convocó a una gran familia de poetas y amigos de la poesía hasta que, como alguien predijo en este blog, el café se quedó pequeño.
Había mucha expectación alrededor de este recital, tanto por la gente que ya tenía el placer de conocerla, como por los más jóvenes, esos "pinos nuevos" de los que hablaba la poeta (entre los que me incluyo), que aún no habíamos escuchados sus versos.
Entre los poemas que Maricel nos regaló me gustaría destacar 'Los suburbios', 'Apuntes de un hogar postmoderno', 'Si he de volver a nacer', 'El lenguaje del hogar', 'De Andalucía a Broadway', 'Desdeñando razones', 'Trinity church' o 'Hablando de sueños', para terminar con poemas de Juan Ramón Jiménez en español e inglés traducidos por la propia poeta.
Antes de marcharse nos prometió establecer un cauce intercontinental para que los versos de allá y los de acá fluyan aún más si cabe entre las dos orillas. Seguro que pronto encontramos una buena razón para hacerla regresar de Miami a su Murcia.
Con nuestra pareja de moda, Néstor y Pili, nos marchamos hasta la semana que viene, en la que tendremos una nueva cita poética, a las 21.30 horas, en este caso con Idoia Arbillaga.
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